MUSEUS PORTÀTILS Y EL NÓMADA PRECARIO


Sinead Halkett
 
El proyecto de investigación Museus Portàtils Parking 01 plantea una serie de preguntas sobre la condición nómada y la precariedad. El lugar de nuestro proyecto de investigación, Can Xalant, es un centro de arte situado en los límites de un polígono industrial, al lado de un gran centro industrial de la región del Maresme y bien insertado físicamente en un área donde los discursos de la política laboral están muy presentes. Los proyectos que se muestran son unidades móviles para la presentación del arte en circunstancias concretas y la mayor parte incluyen la construcción de un dispositivo para la presentación de los proyectos in situ. La palabra "portátil" de nuestro título sugiere movilidad y está representada por la roulotte, el remolque o el carro, y su naturaleza itinerante o nómada. Los nómadas existen de muchas maneras en el imaginario histórico y contemporáneo, muy a menudo idealizados a través de los beduinos del desierto o los ejecutivos de las corporaciones nacionales y multinacionales, como en la película Up in the air[1]. Pero la verdad es que, para muchas personas, el concepto de nómada representa un estado de crisis. Una de las grandes reivindicaciones de los trabajadores de la generación actual ha sido la flexibilidad y la movilidad, para poder aceptar contratos a corto plazo, o trabajar al margen de ellos, como free-lance, y poder cambiar rápidamente. Esto ha sido definido como un “estado de precariedad” y ha dado como resultado un proletariado sin propiedad, o el "precariado" (precariat)[2], una buena definición aplicable también a  las prácticas laborales en el mundo del arte. Muchos de los proyectos seleccionados por Museus portàtils  reflejan un sentido similar de precariedad en relación al gran monolito que representan el museo y el totalitarismo cultural. En algunos casos, los proyectos también confrontan la gran precariedad inherente en las prácticas de trabajo desmaterializadas y las condiciones de inestabilidad económica.
En cualquier caso nuestros proyectos han sido móviles o nómadas por necesidad, no simplemente como precursores de la crítica institucional, sino como una parte importante de su forma: quieren ser y son obligados a ser nómadas.  La ambigüedad de la posición de los nómadas en la conciencia occidental es discutida por Francesco Careri en su libro Walkscapes [3] donde relata cómo Caín y Abel personificaban dicha noción. En primera instancia, la condición nómada es un simple atributo de una determinada forma de vida, pero luego esto cambia y se convierte en una forma de castigo. Ahí reside el problema dialéctico inherente de ser nómada y nunca lo hemos sentido con más intensidad que hoy en día.
Hasta aquí todo bien: el museo portátil nómada reta al museo estático, para el cual las actividades principales son la conservación de bienes culturales y su contemplación por  parte de unos pocos privilegiados. Sin embargo, dentro de la lógica del proyecto independiente de investigación free-lance que estamos proponiendo con Museus portàtils, nos enfrentamos a la precariedad de nuestra posición y comprobamos cómo el arte contemporáneo, en forma de museos, mercados y bienales, entra en la lógica de la ética del negocio nómada contemporáneo. Y con esto, queda muy claro que la precariedad es ahora una manera normal de vivir. Muchos de los proyectos incluidos en nuestro proyecto de investigación son muy efectivos porque no diluyen este hecho: en Puebla y en el D.F. de México, en Santiago y en Valparaíso (Chile), en Bogotá (Colombia) así como en Barcelona, Madrid y a lo largo de la ruta del Express Transiberiano.
 una reciente conferencia organizada por el ACCA en el MACBA, Resistencias. Lo Glocal y lo Singuniversal a través de las bienales [4], una serie de teóricos, curadores y un artista hablaron de sus diversos puntos de vista sobre los contextos y pretextos para la presentación de arte contemporáneo en un mundo global. Aunque el título "Resistencias" parecía hacer sugerencias furtivas hacia algún tipo de estrategia alternativa, esto fue considerado por muy pocos de los conferenciantes. Una de las presentaciones más anti-institucionales fue la de Angela Dimitrakaki, en la que habló de la falta de voluntad de la mayoría de críticos, curadores y artistas de renunciar a sus cómodos cargos y puestos de trabajo para permitir la aparición de formas alternativas de formatos expositivos de producción cultural. Dichas estrategias alternativas son necesarias, dadas las grandes dificultades con que se encuentra el sujeto ante la sociedad contemporánea, marcadas por la gran densidad de población y las desigualdades surgidas al amparo de un régimen internacional de control asistido por la tecnología. En este sentido, nuestro proyecto es un “proyecto de investigación” en lugar de una "exposición", así como un espacio de consultoría en su forma, ya que es una presentación de proyectos que han abierto un diálogo en un espacio público precario.    


[1] Up in the Air (Director Jason Reitman, 2009), George Clooney intepreta a Ryan Bingham, un ejecutivo de EE UU, cuyo trabajo consiste en realizar “orientación profesion de transición”; vuela de un lugar a otro haciendo el trabajo sucio de despedir a los empleados de diferentes empresas. Como parte de su trabajo y de su identidad personal, Bingham está en constante movimiento, volando en Business Class a cargo de  las cuentas de gastos empresariales financiadas, naturalmente, por los beneficios devengados de las reestructuraciones en serie que realiza.
[2] Sonja Lavaert y Pascal Gielen, “The Dismeasure of Art: An interview with Paolo Virno”, A Precarious Existence, Open 17, 2009. http://www.skor.nl/article-4178-nl.html?lang=en (consultado 03/05/2010)
[3] Careri, Francesco, Walkscapes, El andar como práctica  estética, Editoral Gustavo Gili: Barcelona, 2002.  
[4] V Simposio Internacional Crítica de Arte en un mundo global. Organizada por la Associació Catalana de Critica d’Art ACCA – AICA Catalonia (20-21 noviembre 2009, Auditori MACBA, Barcelona)